Primero de todo, antes de empezar a volar tu Drone deberás comprobar que el espacio en el que te hayas se encuentra despejado de edificios, personas y árboles.
Tienes que recordar que está prohibido volar en zonas urbanas y en espacios caracterizados por las aglomeraciones – como una playa o un parque.
En primer lugar, una buena lectura del manual y entender todas las posibilidades que te ofrece el Drone, te ayudará a tener el control en todo momento. Primero de todo, es importante saber siempre dónde está la cabeza del drone. Una vez localizada, colócate siempre detrás para tu seguridad.
Si el tuyo tiene modo Headless y lo activas, no será necesario, esta función facilita mucho el aprendizaje a quienes estén empezando a volar. Se moverá exactamente hacia donde le indiques. Por ejemplo, cuando acciones hacia atrás la palanca de movimientos, tu Drone siempre se dirigirá a ti.
Comienza volando a escasa altura, manejando todos los controles que te ofrece el Drone y repasando los movimientos básicos que siempre indican en el manual.
Entonces disfruta viéndolo volar en un rango de 30 metros, la distancia recomendada para no perder nunca de vista el Drone.