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Mejor consola retro, ¿Cómo elegirla?

MediaMarkt23 DE ABRIL DE 2025
Monitor blanco retro sobre CPU, con mandos rojos y teclado. Latas de refresco en el fondo, bajo luz rosa y morada.

En una era dominada por el realismo gráfico y las experiencias inmersivas, las consolas retro siguen ganando terreno como una forma auténtica de disfrutar los videojuegos y preservar su historia. Este artículo es una guía completa para quienes desean revivir la magia de los clásicos, explorando desde qué es exactamente una consola retro hasta las mejores opciones disponibles actualmente en el mercado, incluyendo las destacadas ofertas de MediaMarkt. Más allá de la nostalgia, estas consolas ofrecen jugabilidad pura, diseño atemporal y una conexión emocional con una época dorada del gaming.

Las consolas retro han trascendido la categoría de producto nostálgico para convertirse en una verdadera forma de preservar el legado cultural del videojuego. En pleno 2025, la industria del gaming sigue avanzando hacia experiencias hiperrealistas, pero millones de jugadores siguen encontrando placer en los gráficos pixelados, la música chiptune y las mecánicas simples pero desafiantes de los videojuegos clásicos. Este artículo explora en profundidad el universo de las consolas retro, desde su definición hasta las mejores opciones del mercado actual, incluyendo aquellas que ofrece MediaMarkt, una de las plataformas de venta más destacadas en este segmento.

¿Qué es una consola retro?

Una consola retro es un sistema de videojuegos que permite revivir títulos clásicos de generaciones anteriores. Puede tratarse tanto de dispositivos originales restaurados como de versiones modernas diseñadas para emular la experiencia de juego del pasado. Existen aquellas producidas oficialmente por compañías como Nintendo o SEGA, que ofrecen versiones mini de sus consolas más icónicas, así como dispositivos de emulación más versátiles que permiten ejecutar juegos de distintas plataformas en un solo aparato. Lo que todas estas opciones tienen en común es la posibilidad de acceder a juegos que marcaron época y que, en muchos casos, sentaron las bases de géneros tan influyentes como los beat ‘em up, los platformers o los RPGs por turnos. A pesar de su aparente simplicidad técnica, estos títulos conservan un atractivo especial gracias a su jugabilidad directa, sus gráficos característicos y su música inolvidable, lo que los convierte en experiencias plenamente disfrutables incluso hoy en día.

¿Por qué comprar una consola retro?

Por nostalgia auténtica

Muchos jugadores actuales comenzaron su afición en los años 80 y 90, cuando los videojuegos eran una novedad en constante evolución. Volver a jugar títulos como Super Mario Bros, The Legend of Zelda, Street Fighter II o Donkey Kong Country no es solo una experiencia lúdica, sino también emocional. Encender una consola retro, escuchar las melodías de 8 o 16 bits, y recordar tardes enteras frente al televisor es, para muchos, un viaje directo a la infancia o la adolescencia. Es una forma de reconectar con una época más simple, donde los videojuegos eran parte de la rutina diaria, de los recreos, de las tardes lluviosas o de las visitas a casa de un amigo. Esta conexión emocional da a las consolas retro un valor intangible que va más allá del entretenimiento.

Por calidad de diseño y jugabilidad

A pesar de sus limitaciones técnicas, los videojuegos de antaño fueron diseñados con una lógica simple, pero efectiva, como niveles progresivos, dificultad creciente, música pegadiza y controles intuitivos. Esta estructura clara favorecía una experiencia de juego accesible pero desafiante. Juegos como Tetris, Pac-Man, Contra o Sonic the Hedgehog demostraron que no se necesita realismo gráfico para enganchar al jugador durante horas. Muchos títulos modernos, especialmente los llamados indie, han retomado esta filosofía, centrándose en mecánicas sólidas y en diseños artísticos inspirados en el estilo retro. Además, la ausencia de tutoriales extensos o microtransacciones permite una inmersión directa, donde el aprendizaje ocurre jugando, sin interrupciones.

Por asequibilidad

Las consolas retro, especialmente las versiones mini con juegos preinstalados, suelen ser más económicas que las consolas de nueva generación. Esto las convierte en una opción accesible para quienes quieren divertirse sin gastar una fortuna. A menudo se pueden encontrar paquetes completos —consola, mandos, cable HDMI y decenas de juegos— a precios bastante razonables. Además, no requieren gastos adicionales en suscripciones en línea, actualizaciones constantes o discos físicos. Todo está listo para usar desde el primer momento, lo que también las hace ideales como regalo. Incluso quienes no son jugadores habituales pueden encontrar en ellas una fuente de entretenimiento sencilla y nostálgica.

Por coleccionismo y cultura pop

Tener una SNES Mini, una Mega Drive Mini, una NES Classic o una PlayStation Classic no es solo tener una consola, sino que es poseer un pedazo de historia. Estos dispositivos son representaciones icónicas de diferentes etapas del desarrollo tecnológico y cultural de los videojuegos. Muchas de estas consolas se han convertido en objetos de colección, especialmente en ediciones limitadas o versiones regionales exclusivas. Algunas incluyen detalles de diseño cuidados al milímetro, como las carcasas originales, las cajas con ilustraciones retro y los manuales en estilo clásico. Coleccionarlas también es una manera de preservar la memoria cultural de una generación, al igual que ocurre con los vinilos o los cómics antiguos. Además, en el mundo del coleccionismo, ciertos modelos pueden incluso aumentar su valor con el tiempo.

Un escritorio de madera con un mando gris de consola, un teclado beige, una hoja blanca y un bolígrafo amarillo y blanco.

¿Qué tipos de consolas retro hay?

Manos sostienen un control gris de Playstation frente a una consola Sega negra sobre una tela con estampado floral.

Consolas originales restauradas

Son las más auténticas, pero también las más difíciles de encontrar. Se trata de consolas antiguas que han sido reacondicionadas para funcionar correctamente, en muchos casos adaptadas con salidas modernas (HDMI) o con componentes sustituidos.

Ventajas: autenticidad total, uso de cartuchos originales

Desventajas: alto coste, mantenimiento complejo, difícil disponibilidad

Consola portátil gris translúcida con pantalla encendida mostrando un videojuego y botones de control.

Consolas mini oficiales

Fabricadas por las propias marcas (Nintendo, SEGA, Sony), estas consolas incluyen un número limitado de juegos preinstalados. No permiten añadir nuevos juegos, pero su estabilidad y fiabilidad son muy altas.

Ventajas: facilidad de uso, buena calidad, nostalgia inmediata

Desventajas: catálogo limitado, sin opción de expansión

Sistemas emuladores multiconsola

Usan plataformas como Android, Linux o RetroArch para emular varias consolas en un solo dispositivo. Algunos de estos sistemas incluyen hasta 50.000 juegos en un solo paquete.

Ventajas: enorme variedad, bajo coste por juego, funciones modernas

Desventajas: legalidad discutible, experiencia de usuario variable

Cómo elegir la mejor consola retro

Cantidad y calidad de juegos

Revisa bien qué juegos incluye cada consola. Algunas vienen con una lista limitada de 20 a 30 títulos, mientras que otras pueden incluir más de 100. Sin embargo, no te dejes llevar solo por el número. La verdadera diferencia está en la calidad del catálogo. Títulos como Chrono Trigger, Mega Man 2, Castlevania: Symphony of the Night, Super Metroid, The Legend of Zelda: A Link to the Past o Final Fantasy VI representan experiencias de juego profundas, innovadoras y con gran valor nostálgico. Tener una buena selección de estos clásicos puede marcar la diferencia entre una consola que simplemente entretiene un rato y otra que realmente captura la esencia de la época dorada del videojuego. Además, algunas consolas permiten la expansión de la biblioteca mediante actualizaciones, tarjetas SD o incluso compatibilidad con ROMs externas, lo que amplía aún más las posibilidades de juego. También es importante verificar si los juegos están en el idioma que prefieres, si se respetan las versiones originales y si se han corregido errores presentes en los lanzamientos antiguos.

Salida de vídeo y resolución

Asegúrate de que la consola tenga salida HDMI para evitar problemas de compatibilidad con televisores modernos. Las consolas retro originales utilizaban conexiones como RCA o coaxial, que ya no están presentes en la mayoría de televisores actuales. Por eso, una salida HDMI garantiza una conexión directa, sin necesidad de adaptadores adicionales. Algunas consolas también ofrecen opciones de escalado de resolución, lo que permite mejorar la nitidez de los gráficos pixelados sin distorsionar la imagen. Es común encontrar opciones de salida a 720p o incluso 1080p, con filtros gráficos que imitan la apariencia de televisores CRT o suavizan bordes para una experiencia más agradable en pantallas HD. Además, la estabilidad de la señal de vídeo es crucial para evitar cortes, parpadeos o retardos que afecten el disfrute del juego. También vale la pena revisar si la consola permite cambiar entre diferentes relaciones de aspecto, como 4:3 y 16:9, para adaptarse mejor a tu pantalla.

Mandos y experiencia de juego

Los mandos deben ofrecer una experiencia fiel al original. Parte del encanto de las consolas retro está en replicar la sensación auténtica de jugar como en su época. Algunos dispositivos incluyen réplicas casi exactas de los controles originales, con los mismos botones, peso y distribución, lo que es ideal para los puristas. Otros, en cambio, optan por controles con cable USB o incluso conectividad inalámbrica mediante Bluetooth o dongles USB, lo cual añade comodidad sin sacrificar demasiado la experiencia. También hay modelos híbridos que permiten conectar tanto mandos originales como modernos, lo que ofrece mayor versatilidad. Es recomendable probar la respuesta de los botones y la sensibilidad del D-pad, ya que estos aspectos pueden marcar la diferencia en juegos de plataformas o de lucha, donde la precisión es clave. Por último, algunas consolas ofrecen opciones de configuración de controles, guardado de partidas, o incluso funciones de rebobinado, lo que mejora la accesibilidad sin alejarse demasiado del espíritu retro.