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Meta Quest 3 vs Quest 3S: ¿cuál te conviene si no quieres romper el cochinito?

Queralt Llobet Sellares10 DE AGOSTO DE 2025
Gafas de realidad virtual Meta Quest con mandos

Meta no se anda con rodeos cuando se trata de realidad virtual. Sus visores Quest 3 y Quest 3S ponen sobre la mesa una pregunta que todos nos hacemos: ¿vale más pagar por la potencia o ahorrar unos euros? Aquí no hay medias tintas. Vamos a analizar, comparar y dejar claro qué ofrece cada uno, para que tu próxima aventura virtual empiece con el pie (y el visor) correctos.

Meta lleva rato marcando terreno en el mundo de la realidad virtual. Y ahora nos pone en una encrucijada muy interesante: Quest 3 o Quest 3S. ¿Cuál es mejor? ¿Cuál es más barato? ¿Cuál vale más la pena? Si estás pensando en sumergirte en mundos virtuales para jugar, explorar o socializar sin que el visor pese más que tu decisión… sigue leyendo. Vamos a poner todo sobre la mesa —con claridad, sin rodeos y sin jerga técnica innecesaria.

¿Cuánto estás dispuesto a pagar por un buen viaje virtual?

¿El Quest 3S es más barato? Sí. ¿Eso lo hace mejor? No siempre.

Si tu presupuesto está gritando “¡basta ya!”, el Quest 3S puede parecer un alivio. Es la opción low cost de Meta, pensada para que no tengas que empeñar el portátil por un visor. Pero ojo: lo barato no siempre sale caro… ni siempre es suficiente. ¿Vas a usarlo un par de veces al mes? Perfecto. ¿Quieres sumergirte a fondo en VR? Entonces hay más que considerar.

Invertir con cabeza (y con visión a futuro)

A veces pagar un poco más desde el principio significa disfrutar mucho más a largo plazo. El Quest 3 es más caro, sí, pero también más potente. Si lo tuyo es pasar horas explorando mundos digitales, lo vas a agradecer. No se trata solo del gasto, sino de lo que vas a sacar de él.

No es solo lo que cuesta, es lo que te da a cambio

Piénsalo así: puedes ahorrar unos euros ahora… o invertir en una experiencia que realmente te haga decir “wow”. Porque nada peor que sentir que te quedaste corto justo cuando empezabas a disfrutar. Evalúa qué necesitas sí o sí y qué puedes sacrificar sin drama.

¿Qué tan fluida quieres tu experiencia?

La potencia también cuenta (y mucho)

El Quest 3 viene con músculo: el chip Snapdragon XR2 Gen 2 le da potencia de sobra para mover juegos pesados y realidades mixtas sin tartamudear. ¿El 3S? Puede venir con algo más modesto. Y eso se nota. Si el rendimiento es prioridad, aquí ya tienes una pista clara.

¿Juegas en serio o solo por ratos?

Si sueñas con gráficos top, mundos inmersivos y detalles que te hagan olvidar que estás en tu sala… el Quest 3 lo hace mejor. El 3S no se queda atrás, pero probablemente verás diferencias, sobre todo si eres exigente con la calidad visual. Si no, adelante sin miedo.

Realidad mixta: donde el 3 brilla más

La experiencia mixta —esa mezcla entre lo virtual y lo real— necesita potencia, y aquí el Quest 3 saca ventaja. Ver tu entorno real con color y buena resolución mientras juegas es una maravilla… que el 3S tal vez no logre del todo.

Lo que ves (y cómo lo ves) importa más de lo que crees

Pantalla y lentes: hay niveles

El Quest 3 tiene lentes pancake y una resolución más alta. Traducido: todo se ve más nítido, más claro, más real. Con el 3S, es probable que baje un poco el detalle. No es el fin del mundo, pero si eres visual, lo vas a notar.

Los detalles hacen la diferencia

¿Te imaginas ver un juego épico… como si estuvieras viendo un VHS mal grabado? Exageramos, pero la idea es esa: la experiencia completa se basa en detalles, y la calidad de imagen es clave. No la subestimes.

Comodidad, porque no vas a jugar solo 10 minutos

Si planeas maratones de VR, el diseño importa. Y sí, el Quest 3 vuelve a tener puntos extra por ser más ergonómico. Si te pesa la cabeza o te aprieta a los 20 minutos, no vas a querer volver. Y eso es lo último que quieres.

Persona usando gafas de realidad virtual junto a una pared.

¿Te gusta jugar entre dos mundos?

Realidad mixta: el plus que cambia todo

El Quest 3 permite ver tu entorno con color realista y combinarlo con lo virtual. Puedes tocar objetos reales mientras juegas. Es como tener superpoderes. El 3S, en cambio, puede que lo haga en blanco y negro o con menos precisión.

Lo limitado también se nota

Si te interesa solo lo básico, quizá no lo eches de menos. Pero si te encanta trastear con funciones nuevas o probar lo último, el Quest 3 es claramente más completo. La diferencia no es solo técnica… se siente.

Seguimiento de manos: un detalle que enamora

¿Moverte e interactuar sin mandos? Con el Quest 3 puedes. El seguimiento de manos es más avanzado y responde mejor. Con el 3S puede que tengas una versión reducida o más torpe. Parece mínimo, pero cambia todo.

En resumen: ¿cuál te llevas?

¿Qué pesa más para ti?

Si vas a lo grande y quieres la mejor experiencia posible, el Quest 3 es tu visor. Si el presupuesto manda y estás empezando, el Quest 3S es una gran puerta de entrada. Todo depende de lo que busques (y lo que estés dispuesto a ceder).

La eterna lucha: precio vs calidad

No siempre se puede tener todo, pero puedes acercarte bastante si eliges bien. Evalúa tus prioridades: ¿prefieres más potencia o más ahorro? ¿Lo usarás seguido o es más para probar?

Al final, tú decides tu aventura

Esto no es solo una compra, es el inicio de una experiencia. ¿Estás listo para explorar mundos, jugar como nunca y probar lo último en tecnología? Entonces elige bien… y que tu próximo visor te lleve tan lejos como quieras llegar.

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