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Guía para novatos: cómo elegir el radiador eléctrico perfecto para cada rincón de tu casa

Queralt Llobet Sellarès27 DE OCTUBRE DE 2025
propietario sosteniendo gato y subiendo el calor de un radiador eléctrico

Elegir el radiador ideal es sencillo si sabes qué mirar. Calcula bien la potencia, elige el tipo adecuado y apuesta por modelos seguros y eficientes.

Elegir radiador puede sonar más complicado de lo que es. Miras modelos, potencias, tipos… y de repente parece que necesitas un máster en calefacción. Tranquilo: no hace falta. Con unos cuantos trucos claros, puedes dar con el radiador que encaje con tu salón, tu dormitorio o incluso el baño sin perder la cabeza. La idea es simple: calidez donde la necesitas, sin gastar de más y sin dramas.

¿Qué habitación quieres calentar? Vamos paso a paso

Mide el espacio: el punto de partida

Aquí no hay magia, solo matemáticas fáciles. Un cálculo rápido: unos 100 watts por metro cuadrado. Si tu casa es antigua o con poco aislamiento, súmale un extra. Así evitas quedarte corto y tener que ir por la manta. Medir bien es clave: te asegura un radiador que de verdad funciona y no un adorno caro en la pared.

Ten en cuenta cómo usas la habitación

No es lo mismo el salón, donde quieres ese calor rico de tarde de peli, que el dormitorio, donde quizá prefieras algo más suave. Y ojo con el baño: ahí la humedad manda y siempre pide más potencia. Pensar en cada espacio según su uso te ahorra disgustos y te garantiza comodidad en todos lados.

¿Ventanas grandes? Entonces más potencia

Si tu salón tiene ventanales enormes o tu casa no está muy bien aislada, vas a necesitar compensar. Subir un poco la potencia puede marcar la diferencia entre “templado” y “helado con vistas”. Es un detalle fácil de olvidar, pero importantísimo para no gastar de más después.

Tipos de radiadores: que no te suene todo igual

Convectores: rápidos y prácticos

Son los más comunes y con razón. Calientan el aire y en pocos minutos notas la diferencia. Perfectos para cuando llegas a casa tiritando y no quieres esperar una eternidad.

Paneles radiantes: calor directo y agradable

Dan un calor suave y uniforme, sin corrientes de aire. Ideales para dormitorios o estancias donde pasas mucho rato y quieres un ambiente acogedor, sin sensación de “aire caliente dándote en la cara”.

De aceite: los que siguen dando calor incluso apagados

Tardan un poco en arrancar, pero una vez calientes, se mantienen así bastante rato. Si buscas calor constante y duradero, son tus aliados. Además, ayudan a no estar enchufando y apagando cada dos por tres.

Eficiencia energética: calor sin sustos en la factura

¿Qué significa que sea eficiente?

Todos los radiadores convierten la electricidad en calor, sí. Pero lo que cambia son las funciones extra: temporizadores, modos eco, sensores. Eso es lo que marca la diferencia entre gastar lo justo o dejarte medio sueldo en la factura.

Termostatos y programadores: el combo ganador

El radiador trabaja solo y tú te olvidas. Programas horas, regulas temperatura y listo. Más cómodo, más barato. ¿Quién no quiere pagar menos y estar igual de calentito?

Control desde el móvil: nivel pro

Algunos modelos traen wifi y se conectan a tu app. Imagina encenderlo media hora antes de llegar y entrar directo a un salón calentito. Tecnología que, además de cómoda, también te ayuda a no malgastar.

mujer sonriente de tiro completo cerca del radiador eléctrico

Seguridad: tranquilidad para todos en casa

Protección contra sobrecalentamiento

Básico. Si el radiador se pasa de temperatura, se apaga solo. Así no tienes que estar pendiente ni preocuparte.

Apagado automático si se cae

Muy útil si tienes peques o mascotas correteando. Un golpe accidental no debería convertirse en un susto.

Modelos de baja temperatura

Perfectos para casas con niños o personas mayores: la superficie nunca se pone tan caliente como para quemar. Calor seguro, sin riesgos.

Instalación y mantenimiento: cero complicaciones

Fácil de instalar

Muchos radiadores eléctricos solo requieren colgarlos y enchufarlos. Si ves que el modelo es más técnico, siempre puedes llamar a alguien que lo instale. Pero en general, no hay misterio.

Dónde colocarlo: la ubicación importa

Si puedes, instálalo bajo una ventana o en una pared exterior. Ayuda a distribuir el calor de manera uniforme. Y recuerda: deja espacio libre alrededor para que el aire circule bien.

Mantenimiento casi inexistente

Nada de revisiones anuales ni visitas del técnico. Con un radiador eléctrico, te olvidas. Y además, cero riesgos de fugas de gas o monóxido.

En resumen

Al final, elegir radiador no es complicado si sabes qué mirar: mide tu espacio, piensa en el uso de cada habitación y fíjate en funciones de eficiencia y seguridad. Así te aseguras calor cómodo, facturas controladas y tranquilidad para toda la familia. Y sí, en MediaMarkt tienes un montón de opciones listas para que este invierno sea calentito y sin preocupaciones.

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