No hay descripción de la imagen.

Adiós al dolor de muñeca: así eliges el ratón ergonómico perfecto (sin complicarte la vida)

Queralt Llobet Sellarès18 DE AGOSTO DE 2025
Ratón ergonómico sobre una alfombrilla de escritorio.

Pasar horas frente al ordenador ya es parte del día a día. Pero lo que no debería formar parte de tu rutina es ese dolor molesto en la muñeca que aparece casi sin darte cuenta. La buena noticia: no necesitas trucos raros ni soluciones mágicas, basta con cambiar de compañero de batalla. Sí, hablamos del ratón. Ese accesorio tan pequeño tiene el poder de arruinarte la jornada… o de salvarla. Aquí te contamos cómo elegir un ratón ergonómico y por qué puede ser el mejor upgrade que hagas en tu setup.

Si pasas horas delante del ordenador, seguro te suena esa molestia que empieza suave en la muñeca… y acaba en dolor que ni estirando se quita. Lo peor es que, muchas veces, lo damos por normal. Pero no lo es. Y lo bueno: tiene solución. Spoiler: no se trata de pastillas ni de magia, sino de algo mucho más simple — cambiar de ratón.

Sí, ese pequeño accesorio que usas todos los días puede ser tu peor enemigo… o tu mejor aliado. Aquí te contamos cómo elegir el ratón ergonómico ideal para ti. Sin tecnicismos. Sin drama. Solo lo que necesitas saber para que trabajar, estudiar o jugar no te deje la muñeca pidiendo auxilio.

¿Qué es un ratón ergonómico y por qué deberías tener uno?

No es moda, es ciencia

Un ratón ergonómico no está hecho solo para verse cool. Está diseñado para que tu mano caiga en una posición natural, sin forzar muñeca ni brazo. Es como ese sillón que parece raro pero es comodísimo: puede que al principio se vea distinto, pero una vez lo pruebas, no hay vuelta atrás.

Beneficios que se notan (y se sienten)

Usarlo significa decirle adiós (o al menos un hasta luego) a molestias, tensión muscular y ese dolor fantasma después de horas frente a la pantalla. Incluso puede ayudarte a prevenir problemas más serios, como el síndrome del túnel carpiano. Tu cuerpo trabaja menos, pero tú rendís más. Eso es ganar por todos lados.

¿Vale la pena cambiar?

Totalmente. La mayoría de las personas que hacen el cambio notan la diferencia en pocos días: menos fatiga, más concentración, y una experiencia más cómoda en general. ¿Te imaginas no pensar en tu muñeca cada vez que mueves el cursor? Pues es posible. Y está más cerca de lo que crees.

Tipos de ratones ergonómicos: encuentra tu estilo

Ratón ergonómico vertical en color negro y gris.

Vertical: el favorito de muchos

Este es el clásico de la ergonomía. ¿La gracia? Tu mano se coloca como si fueras a dar la mano, en vez de quedar plana. Esto reduce la rotación del antebrazo y mantiene todo en su sitio. Perfecto si pasas horas frente a la pantalla. Es como un apretón de manos con la comodidad.

Ratón ergonómico con bola de control en color negro.

De bola: cero movimiento, máxima precisión

¿Mover el ratón? No hace falta. Con este tipo, la bola se encarga. Solo mueves los dedos, no la muñeca. Ideal si quieres evitar movimientos repetitivos o si tienes poco espacio. Al principio se siente raro, pero después... no quieres volver al de siempre.

Un ratón ergonómico inalámbrico Targus de color negro.

Semi-vertical: equilibrio justo

¿Ni tan vertical ni tan clásico? Esta opción está justo en el medio. El ángulo de agarre es suave, y es una gran puerta de entrada si todavía no estás 100% convencido. Una forma de cuidar tu muñeca sin sentir que estás usando algo del futuro.

El tamaño sí importa: que se adapte a tu mano, no al revés

Encuentra tu match

Un ratón demasiado grande te hace estirar los dedos. Uno muy chico te obliga a apretar todo. ¿La clave? Que se sienta cómodo desde el primer agarre. Si tienes manos grandes, busca un modelo amplio, con buen soporte. Si son pequeñas, mejor uno compacto. Lo importante: que no tengas que forzarte para usarlo.

Agarre cómodo = menos dolor

Un buen agarre hace toda la diferencia. Tus dedos deben llegar a los botones sin estirarse ni torcerse. Si estás haciendo malabares cada vez que clickeás algo… no es el indicado. Prueba, compara y quédate con el que se siente natural.

Que no se te escape (literalmente)

El material importa. Busca texturas agradables, antideslizantes y que no te hagan sudar. Ese detalle que parece menor puede hacer que tu jornada sea cómoda o un fastidio. Porque nadie quiere un ratón que se resbala justo cuando estás editando, diseñando o en plena partida.

Detalles que marcan la diferencia (y hacen tu vida más fácil)

¿Cable o sin cable?

Ambos tienen lo suyo. Si te mueves mucho o trabajas en distintas partes de la casa, un ratón inalámbrico es libertad total. Pero si eres más de escritorio fijo y quieres precisión sin preocuparte por la batería, el cable sigue siendo una gran opción. Elige según tu rutina, no por moda.

Botones programables: clics que te ahorran tiempo

Algunos modelos permiten asignar funciones a botones extra. ¿Copiar, pegar, abrir una app, cerrar una pestaña? Todo con un solo clic. Suena a lujo, pero cuando lo pruebas… es difícil volver atrás. Sobre todo si trabajas con muchas ventanas, herramientas o procesos repetitivos.

DPI ajustable: velocidad en tus manos

¿Quieres que el cursor vuele o que se mueva al milímetro? El DPI (sensibilidad) se puede ajustar, y eso te da control total. Muy útil si trabajas en diseño, edición o simplemente quieres que el ratón se adapte a tu forma de trabajar y no al revés.

En resumen

Un ratón ergonómico no es solo una compra más. Es una inversión en tu comodidad, tu salud y tu rendimiento. Porque cuando algo tan pequeño cambia cómo te sientes al final del día… es porque hace la diferencia.

Así que, si ya estás listo para darle un descanso a tu muñeca (y a tu paciencia), pasa por MediaMarkt y encuentra el modelo perfecto para ti. Hay muchas opciones, pero solo una va a hacer que te olvides del dolor. Y esa es la que vale la pena.

Preguntas frecuentes