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Qué es un microprocesador: Todo sobre el cerebro de tus dispositivos

MediaMarkt27 DE MARZO DE 2025
Placa de circuito azul con un chip cuadrado negro, clavijas plateadas y un puerto USB sobre un fondo blanco.

El microprocesador es el componente clave de tu ordenador de sobremesa, de tu portátil, de tu tablets y de tu smartphone y en este artículo vamos a explicarte cómo han evolucionado desde su invención en los setenta, cómo funcionan exactamente y qué variedades existen. ¿Te apuntas?

Los dispositivos electrónicos que hacen que tu vida sea muchísimo más cómoda y entretenida no funcionan bajo ninguna magia rúnica. Es todo pura tecnología. Y sí, son muchos los componentes claves que esconden dichos aparatos en su interior, pero hoy queremos hablarte de uno de los más importantes de todos ellos: se trata del microprocesador, un circuito integrado central responsable de procesar instrucciones y de ejecutar las tareas. Algo así como el cerebro de tu ordenador y de tu smartphone. La sala de máquinas operacional.

Cuéntame más de los microprocesadores

¿Profundizamos? Estupendo. Entonces permítenos explicarte el ciclo de funcionamiento del microprocesador. Para empezar, recibe una instrucción desde la memoria RAM y la almacena en un registro interno, a partir de la cual la unidad de control procede con la decodificación: interpreta la instrucción y determina qué tipo de operación concreta debe realizar. Es entonces cuando la llamada unidad aritmético-lógica o los núcleos de procesamiento ejecuta la operación. Ya solo le queda guardar el resultado en un registro interno o en la caché.

Y esto está ocurriendo constantemente. En algunas circunstancias, tu microprocesador puede estar llevando a cabo este ciclo de funcionamiento unos cuantos millones o incluso miles de millones de veces por segundo, lo que le permite efectuar tareas muy complejas. Tú simplemente pulsas un botón y tus deseos se hacen realidad, pero ahí detrás están teniendo lugar infinidad de operaciones. A veces a menor número de GHz y a veces a mayor número. Depende de la velocidad de tu microprocesador. Pero ahí está siempre trabajando.

Lo que hace por ti el microprocesador

Detalle de placa de circuito en negro con trazos y puntos rojos, mostrando la complejidad de su diseño electrónico.

Resulta relativamente sencillo pasar por alto la cantidad de cosas que tu cerebro hace por ti en cada fracción de segundo. Es una barbaridad. Y lo mismo ocurre con el microprocesador de tu ordenador o de tu tablet. Y se merece más reconocimiento. Para que te hagas una idea, y entre muchas otras tareas, realiza sumas, restas y otras operaciones matemáticas, ejecuta operaciones lógicas, maneja datos en binario, coordina la ejecución de instrucciones en orden lógico y secuencial y gestiona la comunicación entre los componentes del equipo.

¿Eso es todo? En absoluto. El microprocesador también carga y ejecuta programas almacenados en la RAM, se ocupa de controlar el sistema operativo y tus aplicaciones, gestiona la caché para aumentar la eficiencia de tu uso del dispositivo, administra direcciones de memoria para programas y procesos de ejecución, recibe y da respuesta a las entradas de los periféricos como el teclado o el ratón y envía información a la pantalla y a los demás componentes como los altavoces o la impresora. Y todo ello en perfecta simultaneidad.

Los tipos de microprocesadores que existen

Caja azul de Intel Core i9 de 14ª generación con letras blancas sobre fondo azul con diseño gráfico.

Hay una gran variedad de microprocesadores en el mercado y podemos dividirlos en función de tres factores distintos. En primer lugar, la arquitectura. Para empezar, los microprocesadores pueden ser de 8, 16, 32 o 64 bits, lo que determina cuánta información pueden procesar simultáneamente. Luego también podemos distinguir entre los microprocesadores x86 y los microprocesadores ARM, dos arquitecturas complejas, la primera de ellas más potente y la segunda de ellas más eficiente energéticamente.

En segundo lugar, podemos diferenciar entre microprocesadores por su aplicación. Están aquellos que se usan en los ordenadores de sobremesa y los portátiles. Como Intel Core i9, AMD Ryzen 9 o Apple M3. Están aquellos utilizados en los smartphones y tablets como el Qualcomm Snapdragon, el Apple A17 Bionic o el Samsung Exynos. Están aquellos integrados en servidores como el AMD EPYC, el Intel Xeon o el IBM Power. Y están aquellos embebidos en coches y electrodomésticos como el ARM Cortex-M.

Y en tercer y último lugar podemos categorizarlos según su diseño interno. Tienes los microprocesadores mononúcleo más antiguos frente a los multinúcleos. Los CISC más potentes frente a los RISC más rápidos y eficientes. Y tienes una serie de microprocesadores especializados. Como la GPU, pensada para acelerar los gráficos y que puedas echarte partidas de escándalo al The First Berserker: Kazhan. ¿Ejemplos? La AMD Radeon o la NVIDIA RTX. O como la TPU para optimizar IAs tipo Google TPU.

Cada vez mejor

La evolución tecnológica es imparable. Los dispositivos informáticos tienen que hacer frente a tareas cada vez más complejas como las que demandan las inteligencias artificiales o los videojuegos triple A. De ahí que los microprocesadores nunca paren de avanzar. Desde su nacimiento en la década de los setenta, con aquel Intel 4004, el cerebro de los dispositivos ha ido cosechando mejoras que nos han permitido ir más y más lejos. En 1978, por ejemplo, surgió la arquitectura x86 que seguimos usando hoy.

En el 1985 llegó el primer microprocesador de 32 bits. En 1993 el Intel Pentium introduce por primera vez los canales de doble instrucción para incrementar la velocidad. Y en 1999 el AMD Athlon se convierte en el primer microprocesador en superar el gigahercio de velocidad. Ya en la década de los 2000 surgen tanto los procesadores de 64 bits como los procesadores multinúcleos y en las décadas siguientes se iniciaría una guerra por el número de núcleos que indirectamente te ha dado muchísimas alegrías.

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Pero la cosa no se va a quedar ahí ni mucho menos. Las arquitecturas híbridas, el enfoque en la conocida como computación cuántica y el mayor interés en el uso de las inteligencias artificiales seguirán siendo el campo de batalla de los grandes fabricantes de microprocesadores en los años que están por venir. Pero tú no te preocupes mucho: pilla palomitas y limítate a disfrutar de ella porque solo va a traerte buenas noticias y una potencia de rendimiento más deliciosa. Larga vida al microprocesador.