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Tu portátil merece superpoderes: todo sobre las tarjetas gráficas externas

Queralt Llobet Sellares7 DE AGOSTO DE 2025
Persona jugando en portátil gaming con mando y luces LED.

¿Tu portátil ya no puede con tanta caña? No lo jubiles todavía. Hay una forma de darle superpoderes sin cambiarlo: conectarle una tarjeta gráfica externa. Sí, una eGPU. ¿Suena técnico? Tranquilo, aquí te explicamos en cristiano cómo funciona, qué necesitas y por qué puede ser tu mejor inversión si editas, diseñas o juegas a otro nivel. ¡Prepárate para desbloquear el modo turbo!

¿Tu portátil se queda sin aliento cuando abres un juego pesado o editas video en alta calidad? Tranquilo, no estás solo. Pero aquí viene la buena noticia: no necesitas cambiar de equipo. Solo darle un power-up. ¿Cómo? Con una tarjeta gráfica externa (sí, una eGPU). Es como darle una capa de superhéroe a tu laptop: misma máquina, más músculo. Ya seas gamer, diseñador, editor o multitasker empedernido, esto te interesa. Te contamos qué son, cómo funcionan y por qué podrían ser justo lo que tu portátil estaba esperando.

¿Qué es una tarjeta gráfica externa y cómo funciona?

¿eGPU? ¿Eso con qué se come?

Una tarjeta gráfica externa es básicamente una GPU (de las buenas) conectada por fuera a tu portátil. Se conecta con un cable Thunderbolt (ese puerto que parece USB, pero más pro) y le da a tu equipo una inyección directa de potencia gráfica. Es como si tu laptop tuviera vacaciones y la eGPU hiciera todo el trabajo pesado. Tú sigues usando tu compu como siempre, pero ahora corre juegos y programas exigentes como si nada.

Qué necesitas para que funcione (spoiler: no es magia)

Vas a necesitar tres cosas: una eGPU (o sea, el gabinete), una tarjeta gráfica (la estrella del show) y tu portátil. Así de simple. Eso sí, no todas las combinaciones valen, así que toca investigar un poco antes de lanzarte. Fíjate en el tipo de gráfica, en la marca, en qué tan buena es la ventilación (porque sí, se calientan) y que todo encaje bien. No es IKEA, pero casi.

¿Por qué vale la pena?

Más allá de los gráficos nivel cine, una eGPU es flexible. ¿La necesitas? La conectas. ¿Te vas de viaje? La dejas. Así de fácil. Ideal para quienes necesitan rendimiento sin cargar con un portátil gigante todo el día. Creativos, nómadas digitales, gamers ocasionales o gente que simplemente quiere que su compu no sufra con cada clic… aquí tienen una aliada.

Ventajas de las tarjetas gráficas externas

Potencia sin drama

El cambio es real. Juegos que antes iban a saltos, ahora fluyen como mantequilla. Programas de edición, renders, simulaciones… todo responde mejor. Y lo mejor: tu portátil no sufre ni se convierte en avión a punto de despegar. Si tu trabajo o afición necesita potencia, una eGPU puede ser ese upgrade que marca la diferencia.

Portabilidad con truco

¿Te gusta moverte ligero pero necesitas un equipo potente en casa? Este combo es perfecto. Tu portátil sigue siendo tuyo, con su ligereza y batería. Pero cuando llegas al escritorio, lo conectas a la eGPU y se transforma. Como Clark Kent entrando a una cabina. Potencia cuando la necesitas, comodidad el resto del tiempo.

Pero ojo: no todo vale

Antes de lanzarte a comprar, revisa que tu portátil tenga puerto Thunderbolt (preferiblemente 3 o superior). No todos lo traen. Y sin él, esto no funciona. Consulta las specs de tu equipo o pregunta directamente al fabricante. Mejor prevenir que frustrarse con un dispositivo que no puedes ni enchufar.

Tarjeta gráfica potente con triple ventilador sobre fondo negro.

Lo que debes pensar antes de comprar

¿Cuánto quieres (o puedes) gastar?

Aquí no hay una sola respuesta. Hay gabinetes sencillos desde precios bastante accesibles, pero las gráficas potentes sí que pueden subir la factura. Define qué necesitas de verdad: ¿quieres jugar en ultra o solo evitar que se trabe el Premiere? Planea tu presupuesto como si fueras a armar una bici eléctrica: todo depende del motor.

Que todo encaje

No es solo tener el puerto adecuado. Asegúrate de que tu portátil puede con el ritmo. Verifica compatibilidades, revisa si necesitas drivers, y si estás en Mac, investiga bien (algunos modelos tienen más restricciones). El objetivo es enchufar y funcionar, no pasar tres horas en foros buscando por qué no arranca.

Tampoco hacen magia

Las eGPUs mejoran mucho, sí. Pero no son una torre gamer con luces RGB y refrigeración líquida. Hay límites. El ancho de banda del Thunderbolt no es igual al de una tarjeta interna, así que si vas por el rendimiento ultra top extremo, tal vez un sobremesa siga siendo mejor opción. Pero si buscas equilibrio, la eGPU es oro.

Cómo elegir la eGPU ideal (para ti, no para internet)

Lo primero: ¿para qué la quieres?

Haz una lista mental: ¿Juegos? ¿Edición de video? ¿Animación 3D? ¿Todo un poco? Esto te dirá qué potencia gráfica necesitas. No es lo mismo jugar Stardew Valley que mover Cyberpunk 2077 en 4K. Elige en función de tu uso real, no del hype.

Investiga antes de lanzarte

Hay gabinetes grandes, pequeños, con luces, sin luces. GPUs AMD, NVIDIA, de gama media o bestias absolutas. Lee reseñas, busca benchmarks, compara precios. No necesitas convertirte en experto, pero sí saber lo básico para que no te vendan humo con forma de caja metálica.

Pregunta, chatea, curiosea

La mejor información muchas veces viene de otros usuarios. Foros, grupos de Reddit, reseñas en tiendas online... todo suma. A veces un comentario random puede salvarte de una compra mal pensada. Y si tienes un amigo techie, invítale un café y pídele su opinión.

En resumen

Una tarjeta gráfica externa puede ser el empujón que tu portátil lleva tiempo pidiendo. Potencia sin renunciar a la portabilidad. Flexibilidad sin compromisos. Eso sí, no es plug and play sin pensar: hay que informarse, comparar y elegir bien. ¿Estás listo para desbloquear el modo turbo de tu laptop? En MediaMarkt tenemos justo lo que necesitas para dar ese salto sin complicarte.

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