El autoconsumo, como su propio nombre indica, consiste en generar tu propia energía mediante instalaciones fotovoltaicas. Es decir, la energía se produce desde el mismo sitio desde donde la consumes, como por ejemplo en tu hogar o en tu oficina.
Hay que tener en cuenta que existen dos modalidades de autoconsumo: sin excedentes y con excedentes.
Autoconsumo solar sin excedentes
La instalación de la que dispongas contará con un dispositivo antivertido. Esto quiere decir que la energía que generas no se vierte a la red eléctrica.
Autoconsumo solar con excedentes
Con esta modalidad, la energía que genera tu instalación y que no consumes se vierte a la red eléctrica para su distribución. Si optas por esta opción, tienes la posibilidad de contratar un plan de compensación de excedentes, con el que la compañía eléctrica te paga por la energía sobrante ya que se distribuye a través de la red eléctrica para que puedan utilizarla otros usuarios.