En los hornos con limpieza pirolítica, durante el ciclo de limpieza pirolítica, el horno se calienta a una temperatura muy alta (alrededor de 500 °C), lo que convierte los residuos en cenizas que pueden ser fácilmente eliminadas con un paño húmedo.
Por otro lado, en los hornos con limpieza por agua, el horno se calienta a una temperatura alta y evapora el agua en el interior del mismo. La suciedad y los residuos se aflojan gracias al vapor, lo que facilita su eliminación con un paño húmedo.
Con la limpieza por agua conseguirás una limpieza sencilla, rápida y económica. En el lado contrario con la pirolisis, aunque el consumo energético es mayor, la limpieza será en mayor profundidad.